Nosotros siempre te recomendamos empezar por los techos, pues en el caso de que caigan gotas en los muros, estas luego serán lijadas y cubiertas por el color de la pared. Además, también podrás apoyarte en la pared para pintarlo sin ensuciarte.

Empieza recortando los bordes del techo con una brocha, hazlo de la manera más rápida posible para evitar que se noten las marcas. Una vez terminados los bordes, concluye pasando el rodillo por el resto del techo. ¡Ojo no lo pases por encima de tu cabeza, sino quieres tener pintura en tu cabello!

Traza con el rodillo, líneas rectas de manera rápida y continua por todo el cielo de la habitación. Una vez que ya está seca la primera capa, aplica una segunda extendiéndola en pasadas perpendiculares a la primera.

Ahora sí, vamos con los muros. Empieza trabajando por todo el perímetro deslizando la brocha por las esquinas creando un marco de pintura en la pared. Después, utiliza el rodillo saturado de pintura en un solo extremo y empieza a deslizarlo trazando líneas rectas o en forma de “M” o “V”

Ahora hablemos de herramientas:

Para los recortes en uniones te recomendamos utilizar una brocha, las brochas te ayudarán en las orillas y a cubrir los detalles pequeños. También a delimitar los espacios en donde necesites tener más precisión.

Mientras que el rodillo es la mejor herramienta para espacios grandes ya que te permitirá cubrir y distribuir la pintura de mejor manera. Esto facilitará y optimizará el tiempo de pintado.

De acuerdo a la superficie es que debes elegir el rodillo, si tu superficie es rugosa o lisa el rodillo debe de adaptarse a esto.

Te recomendamos tener un botecito de agua en donde puedas colocar la brocha una vez que hayas terminado de aplicar el sellado o la pintura para que puedas limpiarla de mejor manera, sin tener residuos.

Aquí podrás encontrar todos los complementos y herramientas que necesitas

¡No esperes más y comienza a llenar de color tu espacio!